jueves, 25 de junio de 2009

Crisis

La Crisis Mundial nos golpea a todos desde hace ya varios meses. Esta crisis es el primer evento de relevancia mundial que ha sufrido nuestra generación, lo que la convierte al momento a los ojos de todos en una catarsis de dimensiones apocalípticas, en gran parte también por la exagerada publicidad que han hecho de ella los mass media de todo el globo, hambrientos de beneficios a pesar del pánico que puedan imbuir en el ciudadano medio.

Bien, estamos en crisis, es un hecho. Pero también es cierto que todas las grandes crisis que ha sufrido la humanidad a lo largo de la Historia han servido como catalizador de la mayoría de los grandes cambios y giros sociales.

Esta crisis podría ser una oportunidad, pero no lo es. Y es que los Gobiernos, amenazados por quienes realmente ostentan el Poder, han optado por desviar fondos públicos destinados a la mejora social, al beneficio de los muchos, a los Bancos y Cajas, engordando así sus depauperadas arcas, vacías después de décadas de latrocinio en forma de préstamos a unos ciudadanos que han sido invitados -digamos que incluso coaccionados mentalmente, mediante un continuo bombardeo de publicidad- al consumo exacerbado que es el cáncer de nuestra sociedad, y ello a pesar de no poder garantizar la devolución de esos préstamos.

La filosofía del “consumo, luego existo”, ha quedado patente ahora que la crisis ha disipado la niebla por la que muchos corrían sin saber adónde, simplemente consumiendo.

Los Gobiernos, hipotecados a los Bancos y a los mass media, han esclavizado al ciudadano al negarle unos fondos a los que tenía derecho, condenándole, por el contrario, a malvivir con el ínfimo sueldo que obtiene sudando la gota gorda cada día una decena de horas. Y eso quienes conservan aún el trabajo.

Una vez más, la oportunidad del cambio se escapa de nuestras manos por la avaricia del Poder y el miedo del Gobierno, su polichinela. Ante esta situación, los ciudadanos deben levantarse y gritar contra quienes les uncen el yugo con tanto descaro y desprecio. La acción directa es, de nuevo, la única solución. Al resto de reacciones se les hará caso omiso por sistema.


Guy Fawkes

viernes, 27 de junio de 2008

El Fin justifica los Medios

La sabiduría, en pequeñas dosis, sin la ampulosidad de los pregoneros del Poder.



-La violencia puede usarse para hacer el bien
-¿A que te refieres?
-Justicia




Guy Fawkes

lunes, 28 de abril de 2008

La juventud revolucionaria

Se suele decir que los revolucionarios son jóvenes idealistas que no saben bien qué es la vida y que, por ello, se embarcan en las más curiosas cruzadas, como podrían serlo el movimiento zapatista o la causa ingusha. Quienes así opinan suelen añadir que, una vez pasada la treintena, y mientras no se sufra el complejo de Peter Pan, todos esos revolucionarios y justicieros se acomodarán a la triste y saboría mediocridad de la sociedad, a su rutina y a un trabajo que seguramente odiarán.

A mí me han predicho ese futuro: una vida cómoda, un empleo bien remunerado y una familia de película romántica americana. Abandonaré mis sueños quijotescos, mis ideales de justicia universal, mis pensamientos utópicos y demás basura extraída de libros que jamás adornaron ni adornarán las estanterías de El Corte Inglés. Huiré de la agitación que produce el conocer de nuevos problemas y crisis sociales y me acurrucaré en mi mullido sofá para encender el televisor y sufrir ‘de verdad’ con mi equipo de football favorito. En resumidas cuentas: aceptaré la imposibilidad de solucionar nada de lo que verdaderamente importa.

Yo, aquí, ahora, y sin saber qué será de mí dentro de cinco, diez o quince años, digo que NO, que no me dejaré arrastrar por la incredulidad de la gente hacia los héroes, mártires y demás ciudadanos comprometidos con revoluciones que merecen la pena; que no me apoltronaré bajo la excusa de la dificultad o cuasi imposibilidad de variar algo el curso de la Historia; que no abotargaré mi conciencia hasta el extremo de no sentir como mías las miserias que sufren los acallados.

Tan sólo espero no equivocarme.


Guy Fawkes

martes, 30 de octubre de 2007

El Estado somos todos

El Estado somos todos, dicen. Sin duda esta acusación de complicidad cae en saco roto cuando analizamos lo que implicaría formar parte activa de esta mascarada que es el Estado. Los gobernantes pretenden justificar sus abusos aduciendo que, siendo ellos el resultado del voto del pueblo, sus actos son voluntad del pueblo. Sin embargo, esto no es así. Si se le preguntara al pueblo qué afinidad siente con los políticos que le gobiernan, su respuesta sería en todo caso que casi nula. Esta enorme verdad, que ahoga y hace sudar frío al más templado de los gobernantes, tiene una sencilla solución: transformar la verdad de tan sibilina y profesionalmente que el ciudadano de a pie se identifique con la nueva situación. Así, si los impuestos que paga la ciudadanía son, en un principio, para el acondicionamiento y ampliación de la red de carreteras del Estado, tampoco es un problema el hecho de que un determinado porcentaje (bajo, sí, pero millonario a fin de cuentas) vaya a parar al bolsillo del gobernante de una forma u otra, ya sea a modo de sueldo inflado mediante decretazo, ya sea mediante dietas extraordinarias, entre otras. El pueblo aceptará este nuevo atropello con la naturalidad de quien ha sido debidamente adoctrinado por el aparato mastodónico al servicio del Estado que son los mass media arrimados al poder y que, todo sea dicho, obtienen pingües beneficios a costa de este montaje que abotarga la mente al pueblo expoliado.

El Estado no somos todos. De él quedan excluídos los engañados, estafados, abusados, adoctrinados, atracados, inducidos, engatusados, saqueados. El Estado son ellos, y a por ellos vamos. Desde ya.



Guy Fawkes

viernes, 28 de septiembre de 2007

Falsas medicinas.

"No entiendo por qué tenemos tantas leyes que protegen nuestra salud y, sin embargo, descuidan nuestras almas y nuestras mentes".

Hans Weingartner dixit.



Guy Fawkes

jueves, 27 de septiembre de 2007

Egoísmo + Temor = Control

Nuestra economía y nuestro sistema penal se sostienen artificialmente debido a la manipulación emocional de los ciudadanos por parte del Estado, en connivencia con las grandes empresas.

El nivel económico (y, por ello, nuestro sistema económico capitalista) de Occidente se sostiene por el egoísmo de los individuos o consumidores, influenciados por un contínuo bombardeo publicitario. El consumismo desmedido nos impulsa a adquirir compulsivamente, nos covence de que “querer es poder”, a pesar de todo. Nuestra voluntad está controlada por una publicidad constante y embriagadora que fomenta en nosotros el ansia de poseer; un ansia que, en última instancia, es egoísta por ser eminentemente individualista e incitar, además, a la comparacón con los otros ciudadanos en cuanto a propiedades se refiere.

El sistema penal, sin embargo, se sostiene por el miedo que las instituciones del Estado fomentan o lo que Robert Sennett llamó “la política del miedo de todos los días”. Un ejemplo muy ilustrativo es el vídeo que un partido político ha difundido recientemente, en el que se contienen imágenes destinadas a asustar a la ciudadanía, aún cuando dichas imágenes sean de Medellín, Colombia, y no de España y su delincuencia. Así, los ciudadanos son convertidos en esclavos del miedo; ahora el ciudadano teme, sufre, y los políticos son los llamados a salvar a la ciudadanía, ellos son los líderes decididos y preclaros. Para ello tan sólo se les debe entregar el poder; entonces, la policía, las cámaras y las leyes garantizarán la seguridad de todos.

Las penas se recrudecen porque así lo demandan unos ciudadanos asustados y confundidos; sin embargo, es muy distinta la realidad a como nos la enseñan: no por agravar más las penas disminuirá la violencia (Tomás de Aquino ya habla de esto en Utopía), pues la violencia sólo engendra violencia.

Y nosotros les vamos a responder.

Guy Fawkes


miércoles, 12 de septiembre de 2007

Pragmatismo político VS Derechos Humanos

Nunca entendí, hasta hace poco, porqué la Coalición liderada por los Estados Unidos de Bush no entraron en Irak en 1991, deponiendo a Saddam.

Ahora ya lo sé: de haberlo hecho, se habría creado un vacío de poder en el país; los kurdos habrían buscado la independencia, inquietando y alterando a la vecina Turquía; los chiíes, afincados en las provincias del Sur, habrían mirado con buenos ojos la adhesión al Irán de los ayatolás, fortaleciando su régimen; el flujo de crudo se habría reducido, sino agotado; y, lo más importante, Irak no podría actuar como contrapeso de Teherán. El caos sería generalizado desde Yemen al Indo.

Este, creo, es un ejemplo paradigmático del pragmatismo de la política exterior norteamericana, que sin duda deberíamos imitar más a menudo, porque un tirano puede favorecernos más de lo que estamos dispuestos a reconocer, tan asquerosa y políticamente correcta es nuestra sociedad.



Guy Fawkes

jueves, 23 de agosto de 2007

La revolución de la estética

Nuestra juventud languidece en un mar de desperdicios mentales. Ignorante ella, vive ansiosa de lo superfluo, de la estética, sin llegar a comprender que las grandes y verdaderas revoluciones sociales poco o nada tienen que ver con la cáscara. Día tras día, pintorescos jóvenes asaltan las calles portando el estandarte de la futilidad, ondeando la bandera de la vacuidad. Controlados por un Estado que les inyecta las convicciones más absurdas a defender con el disfraz más carnavalesco e imbécil, erróneamente se creen libres en la elección de su facha.

¿Cuánto tiempo más deberemos aguantar a esos falsos revolucionarios encadenados a una determinada indumentaria, que no hacen más que corear lo que se les dice que coreen bajo una imagen que, por ridícula, les presenta aún más patéticos si cabe ante los ojos de la sociedad restante?


Guy Fawkes

lunes, 25 de junio de 2007

La nación

La nación es un sujeto cambiante que va variando a lo largo de la historia. Nace en un momento histórico determinado (la Europa del siglo XIX) y se desarrolla hasta llegar a ser lo que es en nuestros días.

Así pues, el término y concepto de nación es un invento humano y, por ende, un artilugio de control social, dado que el escalafón más alto de la cadena de mando es quien controla todo lo controlable, y evidentemente el lenguaje forma parte de la maquinaria de alineación social en cuanto que el vulgo se siente atraído por determinados significados y significantes mientras no exista cacofonía en los mismos. La nación resulta claro que se ha creado para satisfacer unos determinados intereses políticos y económicos. Es algo realmente artificial que se ha empleado para buscar el bien ‘común’ de una minoría frente a los demás seres humanos.

Es por ello que la única nación válida respondería al verdadero interés común de toda la especie humana, agrupando a todos sin que quepa distinción alguna entre los miembros. El resto de las naciones son inventos, ficciones. Son contra natura, pues no responden al verdadero sentido de la naturaleza humana, que es generosamente social.

Que se aporten nuevos rasgos a una nación es signo de que existe un interés por integrar a más personas para así hacer más fuerte esa nación frente a otras; o signo, también, de que ese grupo de personas se quiere distinguir de alguna manera de sus iguales pues ellos ahora buscan otro fin, un bien tan sólo para ellos, un fin si cabe aún más restrictivo y egoísta.

El nacionalismo es, pues, un movimiento puramente romántico (influenciado sin pudor por la época en la que nace) en desacuerdo con la naturaleza y, por lo tanto, irreal y en completo desacuerdo con el mundo. El sentimiento nacionalista es puramente pasional, no racional.

Si, digamos, se creara un nacionalismo sin un interés político o económico, mirando al futuro para perfeccionar la sociedad y unirla, entonces ya no estaríamos hablando de nacionalismo en sentido estricto. Hemos creado una idea, un concepto nuevo, pues no es que se modifique el nacionalismo (como lo haría el paso del tiempo), sino que pierde su esencia, la característica que más lo define, su exclusividad excluyente.

Una nación comporta, como dirían sus defensores, una cultura propia. Pero ¿no está esa cultura propia inevitablemente influenciada por otras culturas diferentes -viviendo como vivimos en un mundo globalizado-, obteniendo así una mezcla de culturas y, por lo tanto, una nación que no es nación?



Guy Fawkes

sábado, 16 de junio de 2007

Pueblo maldito

Mirad, mirad cómo corren los palestinos a rapiñar lo que tienen a mano, ahora que la autoridad es inexistente en Gaza. Mirad cómo abusan cual populacho indeseable. Mirad cómo arramblan con la propiedad pública, cual buitres en un muladar.

Malditos, malditos ellos. Maldito el pueblo bárbaro de Arafat y de Haniya.

Abrid fuego, autoridades.
Aplastad la rebelión.
Poned orden entre el rebaño descarriado.

Israel, guardián de Occidente, abusa de tu poderío en la zona y haz las cosas a tu manera, siempre eficaz: los tanques a la calle, a dispersar a la chusma ladrona. [Abu Mazen, Estados Unidos y la UE te lo agradecerán, aunque esta última más comedidamente, con ese tono meloso que rezuma un talante suicida que ya a todos cansa y aburre.]


Guy Fawkes

martes, 12 de junio de 2007

Droga

El instrumento perfecto para matar y destrozar física y anímicamente a nuestra juventud. La sociedad vegeta más atada, más adicta. Más manejable.

¿Es posible acabar con las plantaciones de droga que abastecen a nuestros descarriados jóvenes?

Las plantaciones podrían ser eliminadas fácilmente. Bastaría, como ya han apuntado algunos científicos y estudiantes, con imprimir en un determinado insecto altamente reproductivo el hábito de ovar en las plantas que se desea extinguir. Tan sólo eso. Los huevos eclosionarían y las larvas acabarían con las cosechas. La escasez de material se acusaría en los precios, pero eso tan sólo sería al principio: en un breve lapso de tiempo la producción sería tan escasa y costosa de mantener que no resultaría beneficioso continuar con el negocio. Por otro lado, el brutal aumento de los precios haría que el consumidor bajo y medio se viese imposibilitado para costearse unos gramos.


Todo esto el Gobierno lo sabe. Y lo permite. Para acentuar su control sobre la chusma.


Proximamente, responderemos a la pregunta: ¿es posible desmantelar los laboratorios en donde se cuecen pastillas y demás mierda química?


Guy Fawkes

jueves, 7 de junio de 2007

Clérigos laicos

Cada vez más en nuestra sociedad se puede observar un creciente movimiento ciudadano que tiene como objetivo prioritario la solidaridad con los pueblos del mundo menos afortunados. Estas altruistas gentes, durante un período más o menos extenso del verano, acuden a las leproserías indias y a los orfanatos siberianos, entregándose en cuerpo y espíritu a los desheredados de la Tierra.

Qué bonito, ¿no?

Pues no. Porque analizando la cuestión en profundidad alcanzamos a comprender que la meta de estos clérigos laicos que afloran por doquier es narcotizar su mínimamente despierta conciencia. Pretenden convencerse de lo bondadosos, sacrificados y enmendaerrores que son por el simple y muchas veces inútil hecho de acudir a la llamada de socorro de las sociedades miserables. Como si de un seminario de fin de semana se tratara, dedican unos días al falso y vomitivo compadreo con los desfavorecidos, toman un avión y retornan a Occidente, donde continúan con la rutina diaria de consumo exacerbado y hedonismo babilónico.

La juventud de hoy en día decididamente no se busca más que a sí misma, con mayor o menor fortuna y con estratagemas más o menos rebuscadas.


Guy Fawkes

Los hijos de Alá

¿Multiculturalismo? Imposible. Antes deberían darse una serie de cambios de actitud en nuestros combatientes musulmanes. Son los menos, pero los más ruidosos y peligrosos para el orden y la paz occidental.

Osama y los suyos abandonarán sus planes de implantación de regímenes teocráticos en Indonesia, Trinidad y Tobago, Egipto o Mali. En Waziristán las tribus rebeldes al gobierno de Pervez Musharraf cesarán en su hostigamiento a las tropas leales y a la población civil. El Sahed será transitable por las caravanas de tuareg otra vez, sin temor a que las asalten en nombre del wahhabismo redentor. Los Emiratos Árabes Unidos no volverán a reconocer un Estato totalitario como el de ‘los estudiantes’. Los Tribunales Islámicos somalíes entregarán las armas, poniendo fin a un conflicto que dura ya décadas. Los rebeldes nigeriaros del delta del Níger atracarán sus patrulleras y los pozos petrolíferos extraerán crudo con normalidad, lucrándose con ello la castigada ciudadanía. Los chechenos descubrirán sus arsenales y se constituirán como movimiento meramente político-civil. Los uigures aceptarán la dominación secular china y dejarán de desestabilizar la zona, pobre en inversiones debido a la constante crisis. Irán congelará los fondos con los que financia al terrorismo internacional en Afganistán, Irak, Yemen, Siria, Líbano y Palestina, entre otros. Arabia Saudita cesará en su empeño por conquistar anímica y terrotorialmente Europa mediante la constante construcción de mezquitas para sus cada vez más numerosos fieles.

Sólo cuando estas bases se hayan cumplido podremos hablar de multiculturalismo. Hasta entonces, si vis pacem para bellum.


Guy Fawkes

viernes, 1 de junio de 2007

El Gran Hermano te vigila

Ya dije anteriormente que la ciudadanía es más manipulable cuanto más miedo tiene. Bien, hoy compruebo que esto es cierto.

Desde ya, todos los usuarios de los móviles prepago estarán identificados, y las operadoras deberán retener los datos personales, así como el momento en que se realizaron las llamadas, a quién y durante cuánto tiempo. Todos estos datos sensibles y personales deberán ser retenidos durante doce meses, y en caso de necesitarlos la Policía se le deberá hacer entrega de los mismos, siempre y cuando lo autorice el juez, siempre pródigo en este tipo de casos. El contenido de las llamadas efectuadas no se desvelará, dicen.

Ante este atropello del derecho fundamental a la intimidad, ¿quién ha protestado? Nadie. La sociedad, miedosa ella, está dispuesta a sacrificar su esfera más íntima en pos de una más que nunca cacareada seguridad jurídica; seguridad jurídica, y esto se omite, para la justificación de los desmanes de la corrupta y siempre abusiva clase dirigente. Esta nueva medida, con la que intensificar el Plan de Control de la Ciudadanía por parte del Gobierno y sus secuaces en el poder, supone una declaración de guerra abierta contra la libertad individual y colectiva en beneficio de un sector mínimo de la población: el suyo. El Gran Hermano nos vigila constantemente, cada vez más; conoce nuestros hábitos y sabe quiénes son nuestras amistades, qué compramos y qué canales de TV videamos. La tecnología está a su servicio, y la masa se lo permite.

¿Hasta cuando?


Guy Fawkes

martes, 29 de mayo de 2007

Masas... y soma

“ Estos años asistimos al gigantesco espectáculo de innumerables vidas humanas que marchan perdidas sobre sí mismas por no tener nada a qué entregarse ”.

Esta frase de Ortega y Gasset define a la perfección a nuestra juventud. Antes idealistas y arrojados, nuestros jóvenes ya tan sólo piensan en el fin de semana que se acerca, su adictiva soma. Irrita contemplar cómo queman estúpidamente su vida, cómo vegetan anímicamente mientras haces de luces de colores inundan el atestado local en el que se alienan. Frívolos y aburguesados, acostumbrados a extender la mano y recibir unos euros con los que acallar su exigente conciencia consumista, los jóvenes son incapaces siquiera de plantearse una revolución cultural y anímica que los arranque del letargo animal en el que se revuelcan todos los días. Videoconsolas, TV, celulares ultramodernos, computadoras portátiles… tecnología que desvía su atención y su interés, tan sólo uno de los muchos enemigos a abatir.


Guy Fawkes

domingo, 20 de mayo de 2007

Un giro imprescindible y razonable

Todo el elitismo que me consta exuda de mis escritos no es un odio irracional hacia lo diferente. En absoluto. Pienso y escribo sabiendo el porqué de mi revolución anímica y mental. Nada es casual, y el haber llegado hasta este punto de no retorno ha sido la consecuencia de ver diariamente la mansedumbre de nuestro pueblo y su colectivo y reiterado agachar de testas ante el látigo extranjero. Desgraciadamente, el orgullo de raza se diluye en el alcohol vertido en ágapes babilónicos y botellones callejeros. Antes nos revolvíamos contra, incluso, la dominación pacífica; ahora bebemos y callamos, inútiles de nosotros.

La situación actual merece un giro de 180º. Tal cambio implicará la expulsión de los bárbaros de un Paraíso que no merecen y su posterior confinación en los límites del mundo, de donde jamás debieron salir. Es entonces, cuando reine la verdadera calma, y la vida civilizada y occidental haga engordar y sacie del todo a la sociedad, cuando deberá iniciarse la segunda y definitiva revuelta.


Guy Fawkes

lunes, 30 de abril de 2007

Economía y sistema penal

Nuestra economía y nuestro sistema penal se sostienen artificialmente debido a la manipulación emocional de los ciudadanos por parte del Estado, en connivencia con las grandes empresas.
El nivel económico (y, por ello, nuestro sistema económico capitalista) de Occidente se sostiene por el egoísmo de los individuos o consumidores, influenciados por un contínuo bombardeo publicitario. El consumismo desmedido nos impulsa a adquirir compulsivamente, nos covence de que “querer es poder”, a pesar de todo. Nuestra voluntad está controlada por una publicidad constante y embriagadora que fomenta en nosotros el ansia de poseer; un ansia que, en última instancia, es egoísta por ser eminentemente individualista e incitar, además, a la comparacón con los otros ciudadanos en cuanto a propiedades se refiere.
El sistema penal, sin embargo, se sostiene por el miedo que las instituciones del Estado fomentan o lo que Robert Sennett llamó “la política del miedo de todos los días”. Un ejemplo muy ilustrativo es el vídeo que el Partido Popular ha difundido recientemente, en el que se contienen imágenes destinadas a asustar a la ciudadanía, aún cuando dichas imágenes sean de Medellín, Colombia, y no de España y su delincuencia. Así, los ciudadanos son convertidos en esclavos del miedo; ahora el ciudadano teme, sufre, y los políticos son los llamados a salvar a la ciudadanía, ellos son los líderes decididos y preclaros. Para ello tan sólo se les debe entregar el poder; entonces, la policía, las cámaras y las leyes garantizarán la seguridad de todos. Las penas se recrudecen porque así lo demandan unos ciudadanos asustados y confundidos; sin embargo, es muy distinta la realidad a como nos la enseñan: no por agravar más las penas disminuirá la violencia (Santo Tomás de Aquino ya habla de esto en Utopía), pues la violencia sólo engendra violencia.


Guy Fawkes

lunes, 23 de abril de 2007

Mea culpa

Si aniquilar segmentos enteros de la población mundial para llegar a la sociedad primitivista -que liberará al hombre de sus ataduras materiales y su esclavitud mental- es ser un terrorista, entonces orgullosamente me declaro terrorista.

jueves, 19 de abril de 2007

La invasión de los parias avanza

Leo con inquietud que ya son casi un millón y medio los intrusos del desierto que han penetrado en nuestra casa, avanzado hasta la cocina y rapiñado toda la comida de la nevera, con excepción del jamón. Malditos. Un millón y medio y aquí nadie mueve un dedo, nadie quema ninguna bajera ni asalta en medio de la noche a una joven para arrancarle violentamente el velo y que la luz mortecina de las farolas permita ver su olivácea piel.
Cedemos territorio de forma gratuita, constantemente retrasamos nuestras barricadas culturales, y les permitimos lucir sus coranes, velos y chilabas frente a nuestras bibliotecas, museos, templos y escuelas. Su osadía es nuestra verguënza. ¿Hasta cuando esta estupidez y esta cobardía que nos paraliza frente a nuestros televisores, que diariamente escupen imágenes de pateras rebosantes de esta miseria humana?
Poco a poco, y con ánimo de ganar votos entre la creciente marea musulmana que asola nuestros pueblos, los ayuntamientos, rastreros ellos, autorizan la construcción de centros "culturales" y religiosos a esta comunidad que hoy nos amenaza cada vez menos soterradamente. Yo digo que hay que impedir esta claudicación aberrante y enmendar los errores hasta ahora cometidos: jabon con gasolina bastará. La preparación es fácil.


Guy Fawkes

miércoles, 28 de marzo de 2007

La imposible sociedad multicultural

La ciudadanía europea tiene miedo. Miedo a la delincuencia organizada, miedo al cambio, miedo al paro, a no tener un cómodo hogar, ni un coche, ni una pensión, miedo a las grasas, a las multas y al cambio climático... Miedos patéticos para una sociedad patética, sumisa, manejable. La Europa comprometida consigo misma ha llegado a su fin. ¿Quién está dispuesto a quemar su vida por un elevado ideal? La supremacía cultural, que tan útil nos ha sido siempre atando y desatando en los cuatro puntos cardinales del globo, esa supremacía, digo, la hemos abandonado en la cuneta, como a un perro viejo; ahora somos tolerantes y aspiramos a vivir en paz en una sociedad multicultural. Qué capacidad de autoengaño la nuestra. Cuando renunciamos al arma que nos hace mantener el control sobre los demás pueblos, cuando nuestra política y nuestros dirigentes subvencionan cultura de segunda mientras desvían millones a los quintacolumnistas afincados entre nosotros, cuando nuestros compañeros viven y mueren creyendo en historias de héroes que jamás conocerán, entonces debemos entender que el declive ha comenzado, y que no cabe retardar más el reaccionar. Pero, ¿cómo reaccionar? Hemos alimentado durante décadas a la fiera que nos ha de devorar, y que ahora conoce las debilidades de las que ingenua y orgullosamente hacemos gala desde 1948. Maldito año de la infamia, el año en que Europa se condenó a sí misma. Los Derechos Humanos son un lastre del que hay que prescindir antes de que Eurabia sea una realidad y el campamento de los santos llame a nuestras ridículas murallas de adobe.

lunes, 26 de marzo de 2007

Vándalos y polichinelas

Desde hace semanas aparecen en los medios unas imágenes muy recurridas: jóvenes violentos destrozando mobiliario urbano en aras de unos ideales que a la mayoría de la acomodada ciudadanía parecen ya lejanos en el tiempo, casi de 1968.

Desgraciadamente, la verdadera mala noticia no es el comprometido vandalismo creciente en ciudades como Barcelona o Atenas, sino el amoldamiento de la población a las tesis gubernamentales concernientes a la seguridad del Estado y, por ende, de los individuos. Dichas tesis no son más que los invisibles hilos del polichinela que es la chusma dirigida y manipulada por quien está situado por encima incluso de la justicia social. Mamado en la escuela y al calor del buen hogar burgués, el principio de seguridad nacional está peligrosamente arraigado en la conciencia popular, llegando al punto de cegar al creyente más allá de toda lógica humana. Estos fanáticos, enardecidos por la propaganda vertida en el sistema educativo y en la televisión (últimamente, las dos únicas fuentes de “conocimiento”), satanizan a quienes se han levantado del sillón y realizan su revolución en las calles, tras los contenedores en llamas. Estos amantes de la seguridad, que les avala el estatus de propietarios mientras no cambie el modo de concebir la sociedad, se han dejado corromper como Esaú y han ofendido, con ello, a su propia inteligencia. A los demás, a nosotros, nos ofenden en cuanto que existen, y por ello deberían ser eficazmente re-educados por los miembros libres de esta sociedad esclava o aislados en un gulag.

domingo, 25 de marzo de 2007

Europa y el hedonismo campante

Europa se hunde en su propia mierda. Es cierto, lo he comprobado estudiando unas muestras muy representativas: los estudiantes del Erasmus. Gente joven, cultivada, generalmente adinerada, perteneciente a la élite de su país de origen, portavoces del sentir general nacional… y profundamente hedonistas. Se sienten brutalmente satisfechos cuando la materia les rodea; cuando no es necesario pensar acerca de qué hay más allá de una copa gratis a cambio de un besuqueo rápido y grasiento; cuando orgullosos, se emborrachan a granel de jueves a sábado; cuando en discotecas donde no se puede hablar, es posible, sin embargo, pasear la mirada por cuerpos a la venta y maquillados para la ocasión…
Todo es asqueroso, y debería fusilárseles por epicúreos sin solución.
¿Es esta la Europa que queremos? ¿esta la Europa que deberá enfrentarse a serias amenazas para su supervivencia como élite mundial? ¿es esta la cacareada alternativa europea al consumismo y degeneración norteamericanos?
Merecemos una invasión cultural en toda regla, que por lo menos nos despierte del letargo espiritual (no religioso) en el que estamos sumidos.
Finalizando, sus costumbres son las nuestras, su espejo es nuestra vergüenza.

Guy Fawkes

viernes, 23 de marzo de 2007

Rompe el círculo

La publicidad es el arma maldita del siglo XXI. No nos destruye instantáneamente, como una bala, una mina anticarro fabricada en McCook o una bomba nuclear; su mecánica es más sibilina, más diabólica, propia de la mente retorcida típica de un manipulador nato: la publicidad nos aplasta el espíritu, nos embota la mente, haciéndonos incapaces de poder elegir libremente qué es lo que realmente queremos atendiendo a nuestra condición de seres humanos. La publicidad nos convierte en máquinas de consumo, en meros adquirentes al servicio del círculo que es la economía de capital. Y en la oscuridad de sus despachos con sillones de piel y mesas de madera de caoba, los empresarios, afanosos, incansables, idean nuevas técnicas de captación que nos convertirán en estadísticas, deshumanizándonos. Ante esta perspectiva, ¿qué hacer? ¿huir? No, atacarles donde más les duele: en el consumo comprometido.

Guy Fawkes

El porqué

AVISO: Este blog tiene como objetivo principal transmitir qué se entiende por 1984 y qué insospechadas consecuencias tiene en nuestras vidas. Para ello no dudaré en emplear argumentos de todo tipo, algunos delicadamente aderezados con cáusticos insultos que provocarán el vómito a unos y el delirio a otros. Sin más preámbulos, odiosos todos ellos y aburridos la mayoría, empiezo a transmitir.

Guy Fawkes