jueves, 19 de abril de 2007

La invasión de los parias avanza

Leo con inquietud que ya son casi un millón y medio los intrusos del desierto que han penetrado en nuestra casa, avanzado hasta la cocina y rapiñado toda la comida de la nevera, con excepción del jamón. Malditos. Un millón y medio y aquí nadie mueve un dedo, nadie quema ninguna bajera ni asalta en medio de la noche a una joven para arrancarle violentamente el velo y que la luz mortecina de las farolas permita ver su olivácea piel.
Cedemos territorio de forma gratuita, constantemente retrasamos nuestras barricadas culturales, y les permitimos lucir sus coranes, velos y chilabas frente a nuestras bibliotecas, museos, templos y escuelas. Su osadía es nuestra verguënza. ¿Hasta cuando esta estupidez y esta cobardía que nos paraliza frente a nuestros televisores, que diariamente escupen imágenes de pateras rebosantes de esta miseria humana?
Poco a poco, y con ánimo de ganar votos entre la creciente marea musulmana que asola nuestros pueblos, los ayuntamientos, rastreros ellos, autorizan la construcción de centros "culturales" y religiosos a esta comunidad que hoy nos amenaza cada vez menos soterradamente. Yo digo que hay que impedir esta claudicación aberrante y enmendar los errores hasta ahora cometidos: jabon con gasolina bastará. La preparación es fácil.


Guy Fawkes

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien...bien. Tu visión del oportunismo político, basado en la consecueción de objetivos electorales, certera.

¿Quién, en una sociedad dormida -atontada-, está dispuesto a pasar a la Acción Directa?


(Te recomiendo la película Los Elegidos.)